¡La web de SEXO EN LA PIEL vuelve a funcionar!
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Cuántas veces hemos oído a una pareja lo de somos complementarios,
es mi media naranja, lo que se me da mal a mí lo hace ella/él,
etc. Es bastante frecuente que las parejas se complementen en muchos sentidos y
adquieran roles en los que uno asume unas funciones, actitudes y conductas y el
otro las contrarias -u otras distintas. De este modo, cada miembro de la
pareja asume un papel en el que se especializa y en el que se mantiene
durante la relación. Por ejemplo, uno de ellos asume el papel de cuidador y, el
otro, el de cuidado; responsable y alocado; activo y con iniciativa y
pasivo o que se deja llevar; amante y amado, manitas y manazas…
La
sexualidad es un concepto muy amplio, más de lo que se suele pensar
generalmente. La sexualidad no es únicamente lo que ocurre en la cama,
entre las sábanas. Ni siquiera es únicamente la parte que ocurre cuando estamos
desnudos. Es el coito, el sexo oral, el anal, la masturbación, los besos, las
caricias, los preliminares… Es eso… y mucho más. La
sexualidad también es la comunicación, las risas, las miradas, la intimidad, la
seducción, la complicidad con la pareja... Eso sucede en la cama, pero
también antes y después de meternos en la cama.
El antes
y el después no tienen la misma importancia para cada persona:
para algunas personas es menos importante que el acto sexual en sí, para otras
tiene la misma importancia y, para otras, es la parte más importante de todas. Cuando el
antes y el después no se producen o no
tienen la calidad y/o duración esperadas puede haber consecuencias para las
personas del encuentro sexual: muchas dicen sentirse vacías, solas e,
incluso, utilizadas. Esto dependerá, como acabamos de decir, de la importancia
que le de cada una/o al antes y el después y como se ajuste lo
sucedido a lo que se esperaba.
Las nuevas tecnologías nos han dado una nueva forma de
disfrutar de la sexualidad, pero ese disfrute se queda registrado, deja evidencias
y pruebas que pueden caer en manos equivocadas. Lejos de ponernos
alarmistas -tono que no solemos emplear en Sexo en la Piel- si que es necesario
evidenciar este riesgo. Esas pruebas pueden difundirse de forma
masiva a través de teléfonos, redes sociales, páginas web… y exhibir una
intimidad que no pretendíamos exhibir.