Conversaciones de caña y tapa (II): ¡¡no reconozco a mi pareja cuando está con sus amigos!!

Cuántas veces hemos oído ¡¡¡no aguanto a mi pareja cuando está con sus amigos/as!!! Parece otra persona. A veces no sé qué pinto ahí con ellos, no parece mi pareja. ¡¡No le reconozco!!

Cuando vamos con nuestra pareja y sus amigos esperamos que nuestra pareja se comporte igual que cuando está con nosotros. Que nos hable igual, que nos trate igual, que se comporte con sus amigos igual que con nosotros, que tenga las mismas actitudes que cuando estamos a solas... ¡Y eso no siempre es así! De hecho, ¡pocas veces veremos cumplidas nuestras expectativas en ese aspecto!

Si un día visitamos a nuestra pareja al trabajo no nos choca que sea distinta a cómo es dentro de la pareja; ¿por qué nos choca cuando le vemos con sus amigos? Las personas tenemos un rol, un papel, que vamos adecuando al contexto al que nos encontramos. No sólo somos la pareja de, sino que también somos hijos, padres, empleados, jefes, hermanos, amigos... No somos una persona distinta en cada situación, sino que actuamos acorde a un rol distinto. Por eso a veces las expectativas que tenemos sobre cómo es nuestra pareja con sus amigos pueden no adecuarse a la realidad.

Siempre es bueno que la pareja tenga un grupo de amigos que sea de la pareja, que no sea de ninguno de los dos miembros por separado. No sólo evitaremos la situación extraña de ver a nuestra pareja actuando raro, sino que enriqueceremos la relación y el vínculo entre las dos personas. Además, cada persona puede mantener la relación con su grupo de amigos original de forma que le enriquezca como persona y, por tanto, enriquezca a la pareja.


Ana Lombardía.

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