Es bastante frecuente que los hombres experimenten, en algún momento, dificultad o incapacidad para tener o mantener una erección. Dado que el pene y su capacidad erectiva están enormemente asociados hoy en día a la masculinidad y virilidad una pérdida de erección puede provocar sentimientos de inseguridad.
Los motivos por los que un hombre puede tener dificultades con la erección no tienen nada que ver con su masculinidad; un hombre no es menos hombre por lo que haga su pene de forma involuntaria!! La erección es un reflejo (ya explicaremos en otro momento cómo funciona exactamente la erección) y, como tal reflejo, no es voluntario; las personas somos lo que somos por cualidades tales como nuestra bondad, amabilidad, personalidad... pero no por los reflejos que tenga nuestro cuerpo de forma involuntaria.
La pérdida de erección puede deberse a diversos motivos:
- Consumo de alcohol o drogas: al contrario de lo que pueda parecer son contraproducentes a la hora de mantener relaciones sexuales. El alcohol y las drogas pueden facilitar la seducción y el cortejo, pues nos desinhiben; pero el mismo mecanismo físico que hace que nos desinhibamos es el que hace la erección se pueda ver dificultada.
- Medicamentos: al igual que las drogas, algunos medicamentos pueden ser contraproducentes con la erección (leer los prospectos farmacéuticos y consultar al médico)
- La preocupación: el estar preocupados -por el trabajo, por la familia o incluso por si podemos sufrir un gatillazo- hace que la excitación disminuya y, por tanto, la erección desaparezca o no se produzca
- La comprobación: si durante una relación sexual estamos comprobando el estado de nuestro pene para ver si está erecto o no, si ha perdido la erección... pasará lo mismo que con la preocupación: la excitación disminuirá.
- La ansiedad: para tener una erección, aunque pueda sonar contraintuitivo, hay que estar relajado y no alterado o ansioso, pues la parte del sistema nervioso que actúa durante la ansiedad inhibe la parte que funciona durante la excitación.
- El cansancio: el cansancio y la fatiga son enemigos de la excitación y, por tanto, de la erección.
- La falta de deseo: si nuestra pareja sexual no nos atrae físicamente y/o no nos interesa personalmente -es decir, si no nos sentimos atraídos por la persona con la que estamos teniendo relaciones sexuales- no habrá deseo y, por tanto, no habrá excitación ni erección.
Muchos de estos motivos tienen fácil solución -no beber o drogarnos si queremos tener relaciones sexuales, hablar con nuestro médico para que nos recete un medicamento más adecuado, no relacionarnos con gente que no nos atrae, dejar el sexo para después de la siesta o para la mañana siguiente....
Otros motivos -como la preocupación, la comprobación y la ansiedad o la incapacidad de desinhibirse sin alcohol o drogas- pueden resultar más difíciles de evitar para algunas personas; en ese caso, es buena idea tu cuerpo reaprenda el reflejo de la erección y/o te enseñe a desinhibirte sin necesitad de alcohol o drogas.
Ana Lombardía.
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Muy bien explicado!!! además... ¡basta de falocentrismos! Diversifica, descentraliza... propón a tu pareja una relación sin coito vaginal, a ver qué otras posibilidades se os ocurren... ;)
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