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martes, 22 de enero de 2013

Padres preocupados por la sexualidad de sus hijos: "¿y si es homosexual?"


Sexo en la Piel imparte talleres de educación sexual y afectiva en colegios e institutos para los alumnos de dichos centros. En ocasiones, tras la finalización de los talleres, tenemos la ocasión de charlar con los padres sobre el contenido que se ha impartido, les damos pautas para lidiar con la sexualidad de sus hijos, para comunicarse con ellos sobre este tema, etc.

Son pocos los padres que acuden a dichos encuentros, pero los que acuden se muestran bastante interesados por la sexualidad de sus hijos. Aun así, nos llama bastante la atención las áreas de la sexualidad  que acaparan su interés.

Algunos padres -no todos- no acuden a la reunión interesados en que sus hijos tengan una sexualidad plena, placentera y saludable, sino más bien por otros aspectos. Les preocupa bastante que la sexualidad de sus hijos se desvíe de la norma y que puedan ser hostigados por sus compañeros -y por la sociedad. Les preocupa, por ejemplo, que su hija sea una fresca y se gane una mala fama, que su hijo/a sea homosexual y que sea marginado...

El tema de la homosexualidad siempre genera discusiones acaloradas en estas reuniones: ¿y si mi hijo es homosexual? ¿y si se tiene que ocultar toda su vida? ¿y si no es feliz por ello? ¿cómo aceptaría yo esa orientación sexual? ¿podría ser heterosexual ahora y volverse homosexual en unos años? ¿y al revés? Plantean estas preguntas preocupados por que su hijo/a sea homosexual, prefieren que no lo sea: los motivos que alegan son diversos, pero van desde que eso no es normal a eso sólo le iba a traer problemas pasando por yo no creo que pueda aceptar eso.


Cuesta hacerles entender que, por ser homosexuales, sus hijos pueden ser perfectamente felices; que la orientación sexual no es algo raro que les pueda fastidiar la vida, que es algo que forma parte de la vida privada y que nadie debe entrar ahí -ni siquiera ellos, aunque sean sus padres. Cuando les oyes hablar, preocupan más los prejuicios de los propios padres sobre la orientación sexual de sus hijos que los del resto de la sociedad.


Aunque aun queda mucho camino por recorrer, hemos avanzado bastante en el tema de la tolerancia a la diversidad de orientaciones sexuales; aun quedan muchos frentes en los que combatir, y uno de ellos empieza por que los padres de las nuevas generaciones se preocupen por que sus hijos tengan una sexualidad sana, independientemente de la orientación sexual.

Ana Lombardía.


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